Embalse de Cervera
El embalse de Cervera es el primero construido por el Estado en la cuenca del Duero. Empezó a prestar servicio en 1923 y, en sus orígenes, tenía como misión fundamental la de asegurar las aguas del Canal de Castilla, tarea luego compartida con otros más modernos. Con una capacidad de 10 millones de metros cúbicos es el más pequeño de todos, si exceptuamos el de El Pontón Alto destinado exclusivamente a abastecer de agua potable a la ciudad de Segovia.
El río que lo llena es el Rivera, un afluente del Pisuerga, y en sus aguas están permitidos casi todos los deportes náuticos, excepto los relacionados con la navegación a motor. En la orilla de este embalse se encuentra situado el Parador Nacional de Fuentes Carrionas, que ofrece al visitante unas extraordinarias vistas de las montañas de Peña Almonga y Peña Redonda y del agua siempre cristalina de un vaso que, por estar casi siempre lleno, se asemeja a un lago natural y está plenamente integrado en el paisaje del norte palentino.
La presa de Cervera, también llamada de Ruesga por ser el lugar donde se asienta, es de gravedad en planta curva, tiene una altura de poco más de 30 metros sobre el cauce del río y mide 130 metros de largo. Sometida en los últimos años a diversas reparaciones para mejorar su seguridad, resulta especialmente atractiva cuando vierte el agua sobrante a través de un túnel excavado en la roca. Durante su construcción se utilizaron unos 40.000 metros cúbicos de hormigón.