Embalse de Arlanzón
El embalse de Arlanzón, regula junto con el de Úzquiza, en el este de la provincia de Burgos, el río Arlanzón, que nace en la sierra de la Demanda, en el término municipal de Riocavado de la Sierra. El Arlanzón es el río que atraviesa y da carácter a la capital burgalesa.
Por su tamaño, este embalse es uno de los más pequeños de la cuenca del Duero, ya que solamente permite almacenar 22 millones de metros cúbicos. Para aprovechar las aguas de este río se proyectó, ya en la década de los ochenta del siglo XX, otro embalse situado más abajo del de Arlanzón, el embalse de Úzquiza con una capacidad notablemente mayor. La construcción de la presa de Arlanzón concluyó en 1933 y actualmente, además de regular el río junto con el embalse de Úzquiza, con el que forma una unidad funcional, entre ambos abastecen de agua potable a Burgos y a otras poblaciones de menor entidad, permitiendo el riego de unas 3.500 hectáreas, además de atender diversos usos industriales.
Dentro de sus aguas están permitidas casi todas las actividades deportivas, si exceptuamos la navegación a motor. La presa, que ha sido recientemente sometida a un ambicioso plan de modernización, es de las conocidas como de gravedad de planta curva, tiene una altura sobre cimientos ligeramente superior a los 47 metros.
Muy cerca de este embalse, y en las inmediaciones de la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, se encuentra el que actualmente es el yacimiento arqueológico más importante de España, el de Atapuerca, lo que le ha dado a toda la zona un atractivo turístico de primer orden.