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La hidrometría en el seno de los Organismos de cuenca tiene dos componentes: la medida de caudales circulantes (aforos) y reservas de aguas superficiales y la de los niveles de las aguas subterráneas (piezometría). Estas funciones están asignadas a las Comisarías de Aguas en virtud del Real Decreto 984/1989, de 28 de julio, que recoge la estructura orgánica y las funciones de las unidades dependientes de la presidencia de las Confederaciones Hidrográficas. Por lo que respecta a los aforos, en los ríos, las redes de medida de parámetros hidrométricos tienen como objetivo específico el conocimiento preciso, referido al tiempo y a su entorno geográfico, de los niveles y de otros parámetros considerados significativos y representativos, como son el nivel de aguas superficiales, el caudal o la pluviometría.
Desde la Confederación Hidrográfica del Duero, a través del Servicio de Aforos y Estadísticas de la Comisaría de Aguas se tiene conocimiento en todo momento del agua superficial existente que discurre por los principales ríos de la cuenca del Duero, lo cual sirve para la realización de estudios de hidrología y para poder dar parte de sucesos extraordinarios de avenidas a las autoridades de Protección Civil.
El conjunto de estaciones de aforo distribuidas a lo largo y ancho de la cuenca constituye la denominada Red Oficial de Estaciones de Aforo (R.O.E.A.) cuya origen e historia se remonta al año 1911, año en que se construyeron las primeras 6 estaciones de aforos, remodeladas varias veces y aún operativas, formando parte de la actual R.O.E.A. como son, Molinos de Duero, Herrera de Duero y Toro, en el río Duero, Herrera de Pisuerga y Cordovilla, en el río Pisuerga y Peral de Arlanza, en el río Arlanza. Esta red foronómica de la cuenca del Duero, hasta la fecha, se compone de un total de 167 estaciones de aforo:
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123 estaciones operativas propias, de las que 98 están monitorizadas, llamadas de medida automática, y comunicadas con el Servidor de Adquisición de Datos (SAD), ubicado en las oficinas de la Confederación en Valladolid.
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42 estaciones de aforos históricas, que disponen de datos pero han dejado de prestar servicio.
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5 estaciones de aforos agregadas, cuyo origen y construcción no es de la propia Confederación sino que fueron cedidas por otras empresas o particulares pasando a formar parte de la red foronómica actual de la cuenca del Duero.
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4 estaciones de aforos en minicentrales.
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En 1961 se intensificó notablemente el interés por el conocimiento de los caudales en los ríos de la cuenca del Duero, y por esto la calidad de los resúmenes anuales de aforos, cuyos errores se fueron corrigiendo año tras año, se iniciara la publicación del anuario de 1953, pues desde esa fecha estaban sin confeccionar en el citado año 1961, pudiéndose consolidar desde entonces el conocimiento de cada río en las diferentes estaciones de aforos. Antes de 1953 sí que existía alguna publicación, a modo de resumen, y con series de tiempo intermitentes, conociéndose como publicación más antigua una de 1912.

En la mayoría de las estaciones de aforo operativas de la cuenca del Duero, para medir la altura de la lámina de agua, además del limnímetro correspondiente, se dispone de un registrador gráfico convencional (limnígrafo), con lo que se consigue para mayor seguridad, duplicidad de los datos; el resto de estaciones tienen instalado un exclusivo limnímetro convencional.
El Sistema de Adquisición de Datos actualmente recurre a la transmisión GSM y GPRS para conectar con la red de estaciones de aforo automatizadas, utilizando módems alimentados con baterías y paneles solares.
Las estaciones automáticas poseen capacidad de consulta y parametrización remota, encontrándose conectadas a un ordenador central equipado con un sistema automático de adquisición y proceso de datos, exportándose posteriormente a la aplicación que gestiona estos datos para su validación y archivo.
En las estaciones de aforo queda registrada la altura de la lámina de agua, que siempre es variable, por lo que se procede a la realización de aforos directos o medición puntual de altura y velocidad del agua en la sección de cada estación de control. Según los datos obtenidos, referenciados ya como nivel-caudal (curva de gasto), se obtienen los valores de caudal correspondientes a la sección en la que se hace el denominado “aforo directo”.
Los aforos directos se repiten tanto, como cambios significativos se hayan producido en la sección de control, bien por erosión, bien por manipulación o bien por un proceso de sedimentación, lo que da lugar en el transcurso del tiempo a la ejecución de más aforos directos y como consecuencia al cálculo de diversas curvas de gasto renovadas. De aquí podemos admitir que la historia hidrológica de cada estación de aforos, puede quedar bien representada por la historia de sus aforos directos y consecuentemente de sus curvas de gasto asociadas.